miércoles, 14 de noviembre de 2007

EXCURSIÓN A PERALES DE TAJUÑA

Hoy hemos ido a Perales de Tajuña Ángel, Mario, Maykel, Majim, Dani, Fran, David y Álvaro. De los profes hemos estado Moisés, Paco y Elvira. Hemos echado de menos a los compañeros que no han venido.


Nada más llegar, nos ha recibido la concejala de cultura del Ayuntamiento y luego Gloria, nuestra guía, ha iniciado una ruta por el pueblo. Nos ha hablado de su historia, del castillo, de las calles y las fuentes. Luego hemos salido del pueblo para dirigirnos a los macizos yesíferos que rodean la zona. Hemos visto muchas plantas: espliego, romero, hinojo, saladilla, esparto, ailantos, pinos y una encina solitaria. Hemos visto algún cultivo de maíz que estaba en la vega del río Tajuña.
Gloria nos ha hecho un experimento geológico. Nos ha demostrado cómo el yeso, cuando se calienta, pierde agua y que después de triturarlo, se convierte en ese polvo blanquecino que se usa en la construcción. También ha echado ácido clorhídrico sobre roca caliza y hemos observado la reacción burbujeante que se produce debido al desprendimiento de dióxido de carbono.
Gloria ha tenido mucha paciencia con nosotros y debemos agradecerle encarecidamente la amabilidad que nos ha dispensado.
No íbamos sólos, también nos acompañaban un grupo de personas mayores que han sobrellevado la vitalidad de nuestros alumnos e incluso han compartido con nosotros sus valiosos conocimientos y recuerdos de cuando ellos eran jóvenes.
Al final del trayecto, llegamos a las cuevas excavadas en la roca. Los más valientes hemos subido hasta ellas y nos han impresionado, la verdad.
Después nos hemos detenido a comer y hemos compartido algunos alimentos, gustándonos especialmente la tortilla que nos ha regalado el profe Ángel (te echamos de menos).

Si tuviéramos que calificar el comportamiento de hoy... sólo suficiente...
Hay que entender que tirar piedras a la carretera o a compañeros puede resultar muy peligroso y cuando el daño está hecho, no hay remedio. Tampoco se puede alterar la naturaleza arrancando la roca porque en ella viven animales y se asientan plantas y también porque si nos lo cargamos otras personas no podrán disfrutar de ello como nosotros lo hemos hecho hoy.

Nos ha hecho un día maravilloso y nos ha dado pereza volver a casa...

No hay comentarios: